Con la celebración del Miércoles de Ceniza da inicio la Cuaresma, tradición de la Iglesia Católica y del pueblo dominicano. Son muchos los que suelen particularmente hacer ayuno para la preparación de la Pascua, por lo que no comen carne durante ese periodo; esta tradición viene desde el siglo II y principio del III.
Los feligreses visitan sus iglesias para colocarse la señal de la cruz en la frente con ceniza, como gesto que simboliza el comienzo de la Cuaresma. Este día como hábito y costumbres de la mayoría de los católicos dominicanos no comen carne, y no solo hoy, sino todos los viernes hasta el Viernes Santo.
Se preparan diversos platos a base de atún o tuna, bacalao y otros pescados. La ensalada de papas es un plato de acompañamiento popular y en estas fechas es común la preparación de locrio de arenque o bacalao, arroz cocinado con dichos pescados y guandules con coco.
En zonas como San Pedro de Macorís, se preparan “domplines”, harina rellena de carne, o para la fecha, de arenque o bacalao.
Otro plato regional es el Chacá, a base de maíz, leche, azúcar y especias.
Otros dulces populares son los buñuelos, el arroz con leche, y los dulces a base de frutas como lechoza (papaya), naranja y cajuil.
Pero el plato emblemático de la cuaresma son las “Habichuelas con Dulce”.
Se acostumbra servir frías y acompañadas de unas galletitas con una cruz en el centro.
ORIGEN DE LAS HABICHUELAS CON DULCE
Las habichuelas con dulce son parte de la basta gastronomía dominicana, ¿pero desde cuando se conoce este postre, que lo hace tan apetecible?, tanto así que donde quiera que haya un dominicano, en estas fechas hace sus habichuelas con dulce.
La tradición data de muchos años, pero la primera mención histórica de esta ricura gastronómica, con todos sus ingredientes la hace Ramón Emilio Jiménez, en el año 1927, según las investigaciones realizadas por el historiador José Guerrero, las habichuelas con dulce son un plato exclusivo de la República Dominicana, el cual no se consume ni siquiera en los países más cercanos a la isla como son Cuba, Puerto Rico y Jamaica.
Dice José Guerrero que los ingredientes (habichuelas rojas, azúcar, leche de coco y de vaca, batata y diversas especias) y la forma de preparación de las habichuelas con dulce son una mezcla de productos y costumbres de los distintos continentes: América, Europa, África y Asia.
Explica que la información más aproximada sobre el origen de esta tradicional comida se ubica a finales del siglo XVII y se relaciona con la era de Francia en Santo Domingo (1795-1809). El dato lo aporta Dorvo Soulastre, un militar francés que vino a Santo Domingo acompañando al general Hédouville el 27 de marzo de 1798.
En su informe describe la migración francesa de Saint Domingue (posteriormente Haití) hacia la parte oriental (hoy República Dominicana), entre la que se encuentra monsieur Francois Delalande, quien introdujo la costumbre de comer frijoles o legumbres.
De las legumbres producidas por Delalande, a Soulastre le llamó la atención especialmente unos “frijolillos” que se comían “tan finos y azucarados” como en Francia. Como no le fue posible aclimatar los frijoles franceses a la tierra dominicana, los sustituyó por otros de Estados Unidos. A parte de estos “frijoles finos y azucarados”, a Soulastre le brindaron una merienda de “lacticinios, confituras del país, pastelones de azahar, merengues con vainilla, dulce angélico y chocolate”, entre los cuales se pueden identificar tres elementos básicos de las habichuelas con dulce: frijoles, productos lácteos y azúcar.
Para el historiador José G. Guerrero, los frijoles franceses sembrados aquí y los importados debieron ser sustituidos por las habichuelas que estaban en América desde los tiempos precolombinos. “Los dominicanos aceptaron las costumbres francesas y pasaron a consumir frijoles franceses o criollos, azucarados o salados.
Sostiene que en Haití esta costumbre no tomó fuerza por el hecho de que los frijoles azucarados eran consumidos por nobles y ricos plantadores, que emigraron a otros lugares y la costumbre no llegó a hacerse popular.
Para Guerrero, otro argumento que permite relacionar los “frijolillos azucarados” franceses con el origen de las habichuelas con dulce es que Soulastre lo describió en víspera de Semana Santa, “cuatro días antes del Domingo de Ramos”, lo que indica que eran parte de esta conmemoración que incluía procesiones y la quema de Judas.
En la capital y el Cibao se hacen con frijoles rojos y en el sur con habas. Lo que si podemos acotar que gastronómicamente hablando, Semana Santa viene con Habichuelas con Dulce.
El hecho de que no sea un postre en sí, ni un plato que acompaña a otro, sino un plato fuerte preparado para una ocasión especial como es la Cuaresma, la hace más singular aún.
Explica el historiador que en varios países mezclan frijoles y azúcar en comidas fundamentalmente saladas, pero nunca hacen la mezcla que caracteriza las habichuelas con dulce dominicanas. En Puerto Rico, Haití, Estados Unidos y España es posible encontrar el plato, pero es por la presencia de dominicanos o por su influencia.
Uno de los aspectos más bonitos es que las personas o familias preparan estos platos y dulces en grandes cantidades para compartir con los vecinos como gesto de amistad.
Pilar Lomba
Excelente, muy buena información.
Buenas
Estuve leyendo tu articulo y hay cuantiosas informacion que no conocia que me has aclarado,
esta genial.. te queria agradecer el periodo que dedicaste, con unas infinitas
gracias, por preparar a gente como yo jejeje.
Saludos
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